Efectos de la invasión de "Spartina patens" (Aiton) Muhl. (Orden: Cyperales; Familia: Poaceae) sobre la ecología, las características edáficas y los flujos de carbono de tres marismas del litoral de Galicia: predicciones en un escenario de cambio climático
DATE:
2017-08-08
UNIVERSAL IDENTIFIER: http://hdl.handle.net/11093/781
DOCUMENT TYPE: doctoralThesis
ABSTRACT
Las marismas son ambientes litorales de transición entre los ecosistemas
terrestre y marino. Estas fronteras ecológicas están caracterizadas por intensos
procesos de intercambio de materia y energía. Son uno de los ecosistemas más
productivos del mundo, ya que secuestran grandes cantidades de dióxido de
carbono de la atmósfera (CO2, el principal gas de efecto invernadero) y lo
transforman en carbono orgánico. Debido a que menos del 5% se exporta en
forma de carbono inorgánico disuelto a través del agua intersticial o en forma
de CH4 (a diferencia de los humedales terrestres, que emiten grandes
cantidades de este gas), la mayor parte del carbono orgánico que llega al
sedimento de una marisma se descompone en forma de C02 o se entierra y
acumula bajo la superficie del suelo.
Históricamente, la producción de materia orgánica ha sido, de forma
general, mayor que la descomposición, lo que ha producido la acumulación de
grandes reservas de carbono orgánico en el suelo de las marismas. Junto con
manglares y pastizales marinos, las estos ecosistemas representan casi la mitad
del carbono marino enterrado. Se estima que, a escala global, el carbono
almacenado en los primeros 0,5 m de suelo de las marismas es de 430 ± 30 TgC
repartido en unos 22000 km2
. Por lo tanto, las marismas desempeñan un papel
fundamental en el ciclo del carbono a escala global.
Sin embargo, el cambio global, uno de los principales factores
responsables de los actuales y futuros cambios en la biodiversidad y
funcionamiento de los ecosistemas, puede inducir cambios en la
descomposición de la materia orgánica a través de variaciones en las tasas de
descomposición mediante la llegada de especies alóctonas (ya que pueden
producir variaciones en las tasas de producción de detritos y éstos pueden
descomponerse a diferente velocidad que las especies nativas), a través de
cambios en abundancias y dominancia de las especies vegetales nativas (debido
a que, por sus inherentes propiedades, producen detritos que se descomponen
a diferentes ratios), y por último, a través de la modificación de las condiciones
del suelo (temperatura, contenido en agua, nutrientes, pH, organismos del suelo). Por lo tanto, el cambio global podría alterar la capacidad de las marismas
capturar carbono y comprometer su persistencia a largo plazo mediante
variaciones en el equilibrio entre la producción y descomposición de materia
orgánica.
Uno de los problemas asociados al cambio global es la propagación de
especies exóticas invasoras, las cuales suponen una grave amenaza para la
integridad de muchos ecosistemas de todo el mundo por ser capaces de afectar
a la biodiversidad nativa y al funcionamiento del propio ecosistema. La
temperatura puede ser un factor clave en la definición de los rangos espaciales
de las especies, y muchos cambios recientes en la distribución de algunas
especies han sido correlacionados con cambios en el clima
Las especies de plantas invasoras suelen estar caracterizadas por un
crecimiento rápido, por lo que pueden desplazar a especies nativas. El éxito de
su invasión a menudo se basa en un incremento en las tasas fotosintéticas, bajo
coste en la construcción de tejido, un aumento de la superficie foliar, y
utilización más eficiente de la luz, del agua y del nitrógeno que las especies
nativas. Las plantas proporcionan hábitat vertical y horizontal por encima y por
debajo de la superficie del suelo, y constituyen la base de la cadena trófica a
partir de la producción de materia orgánica que es consumida por herbívoros y
por detritívoros. Cualquier cambio en la composición de la comunidad vegetal
podría provocar variaciones en la comunidad faunística de herbívoros como de
detritívoros que alberga, a través de cambios en cantidad y calidad de la
producción de biomasa vegetal y detritos. Numerosos estudios, en los últimos
años, han abordado la cuestión de si la invasión de las plantas puede afectar al
ciclo del C, pero los resultados son dispares. Algunos estudios han registrado
que las especies de plantas invasoras pueden contribuir a un mayor
almacenamiento de C del ecosistema, mientras que otros estudios han sugerido
todo lo contrario.
Los humedales costeros, donde se incluyen las marismas, son
ecosistemas gravemente afectados por especies alóctonas invasoras, aunque
entre las más preocupantes y con mayor éxito de colonización se encuentran las
plantas del género Spartina, el cual incluye unas 17 especies. Las plantas del
género Spartina han colonizado marismas de todo el mundo. Los impactos que
han generado son muy diversos, como pueden ser el incremento de las tasas de
retención y acumulación de sedimento, variación de las características del
sedimento, incremento de la materia orgánica del suelo, alteración en lacomposición química y cantidad de los detritos, incremento de la biomasa aérea
y subterránea, competición con la flora nativa por los recursos, reducción de la
diversidad de la comunidad vegetal, y efectos negativos a las comunidades de
invertebrados y de aves.
Spartina patens, considerada una especie perjudicial fuera de sus rangos
de distribución natural, es una planta rizomatosa que habita en ambientes
costeros tropicales, subtropicales y templados. Esta especie alcanza los mayores
valores de densidad, cobertura y altura en la zona elevada de las marismas,
siendo capaz de soportar un amplio rango de temperaturas y salinidades y
ocupando una amplia variedad ecosistemas costeros. Presente y considerada de
manera errónea durante décadas como una especie nativa en el Mar
Mediterráneo, su detección en el norte de la Península Ibérica es reciente, y no
fue hasta 1997 cuando se identificó por primera vez en la Comunidad Autónoma
de Galicia, donde se encontraron poblaciones clímax en los enclaves elevados
de numerosas marismas.
Numerosos estudios indican que Spartina patens provoca un efecto
negativo sobre la diversidad nativa de la comunidad vegetal, ya que a menudo
forma cultivos monoespecíficos. Además, compite con la flora nativa por la luz,
el espacio y los nutrientes y es capaz de provocar cambios en la comunidad de
microinvertebrados. Sin embargo, muy pocos estudios han analizado el impacto
de la planta invasora S. patens sobre el funcionamiento del ecosistema y la
ecología del suelo.
Por otro lado, el cambio global ha producido un incremento de la
temperatura, y lo va a seguir haciendo de forma ininterrumpida. Desde el inicio
de la revolución industrial, se calcula que la temperatura de la superficie de la
Tierra ha aumentado entre 0,3-0,60
C, debido a la acumulación en la atmósfera
de gases de efecto invernadero. Las predicciones actuales de calentamiento
global indican que la temperatura media global se incrementará entre 1,5 y
7,80
C.
La temperatura es un factor que juega un papel crucial en el ciclo de la
materia orgánica, ya que regula gran parte de los procesos biogeoquímicos
terrestres, tales como la respiración del suelo, la descomposición de los detritos,
la mineralización del nitrógeno y nitrificación, desnitrificación, producción de
CH4, productividad vegetal y la toma de nutrientes por las plantas. La biomasa
microbiana del suelo, cuya actividad está correlacionada de forma positiva con
la temperatura, desempeña un papel fundamental en la descomposición de la materia orgánica acumulada en el suelo de la marisma, ya que se estima que el
85-90% de la descomposición es mediada por microorganismos. Los procesos de
descomposición de la materia orgánica por parte de la actividad microbiana
producen amonio y nitrato que son liberados mientras las fuentes de carbono
están siendo degradadas. Este proceso, conocido como mineralización, es de
vital importancia para el desarrollo de la comunidad vegetal, ya que la mayor
parte del nitrógeno de la marisma (>99%) se encuentra acumulado en forma de
materia orgánica no disponible para la absorción de plantas, por lo que, de
forma general, el nitrógeno es el nutriente limitante para la vegetación que se
desarrolla en las marismas.
Debido a que los suelos en estos ecosistemas tienen grandes cantidades
de C orgánico y que el incremento de la temperatura se espera que provoque
mayores tasas de respiración del suelo, el calentamiento global podría derivar
en un aumento de la respiración, liberando C en forma de CO2 hacia la
atmósfera que favorezca una mayor acumulación de gases de efecto
invernadero y que retroalimente de forma positiva el calentamiento global. De
hecho, varios estudios sugieren que algunos ecosistemas de latitudes elevadas
han cambiado de ser sumideros de C a ser una fuente de C.
Sin embargo, la respuesta al calentamiento a otros procesos la materia
orgánica es muy variable. Por ejemplo, la descomposición de los detritos,
producción y oxidación de metano, velocidades del reciclado de N, flujo de C y
productividad vegetal, han mostrado incrementarse, disminuir o permanecer en
los mismos valores como respuesta a un aumento de las temperaturas. Estudios
recientes sugieren que el elevado CO2 y el aumento de las temperaturas podría
incrementar la productividad de la comunidad vegetal, aumentando la
producción de materia orgánica y la capacidad de capturar CO2 por parte de los
ecosistemas terrestres. Gran parte de estos estudios han sido llevados a cabo en
ecosistemas tipo tundra y en pastizales, pero existe una gran escasez de
información de los efectos del calentamiento global en humedales de zonas
costeras templadas.
Por otro lado, el aumento de las temperaturas podría producir respuestas
diferentes para cada especie de planta, por lo que las comunidades vegetales
podrían experimentar cambios a medida que se modifican las interacciones
competitivas. En general, se prevé una expansión en la distribución de especies
que viven en latitudes bajas hacia latitudes altas, mientras que el rango de
distribución de aquellos organismos que ya viven en climas templados o fríos se verá reducido. Para la mayor parte de las especies, existe muy poca información
disponible sobre las condiciones óptimas para su crecimiento; aunque se sabe
con certeza que el cambio climático va a tener un efecto significativo sobre la
composición de las comunidades vegetales de la marisma, resulta muy difícil
predecir a nivel local la respuesta concreta de cada especie.
En el capítulo 2, analizamos los efectos provocados por la por la especie
exótica invasora, Spartina patens sobre la biomasa aérea y subterránea de la
comunidad vegetal y su distribución a lo largo del perfil del suelo, sobre la
acumulación de detritos en la superficie del suelo y sobre la respiración del
suelo. Para ello, hemos seleccionado tres marismas distribuidas a lo largo de un
gradiente latitudinal de la costa gallega y en cada una de ellas hemos estudiado
3 áreas con diferente tipo de vegetación, dos de ellas dominadas por vegetación
nativa a diferente altura y la tercera dominada por Spartina patens. Nuestros
resultados mostraron que Spartina patens provocó un aumento de la biomasa
aérea de la comunidad vegetal, de la biomasa subterránea y de la acumulación
de detritos, pero no encontramos variación de la respiración del suelo ni de la
distribución de la biomasa subterránea a lo largo del perfil del suelo. Además,
Spartina patens experimentó un mayor crecimiento que la vegetación nativa
durante los meses de verano, lo que sugiere que esta especie podría
beneficiarse de un incremento de la temperatura. Por último, hemos observado
una relación entre las variables medidas y la latitud, lo que indica que podría
existir un gradiente térmico relacionado con la latitud y que las marismas del sur
de Galicia podrían desempeñar un papel más activo en la producción y
descomposición de materia orgánica que las del norte. Este capítulo demuestra
que la planta invasora Spartina patens podría afectar al funcionamiento de la
parte alta de los ecosistemas de marisma, ya que podría afectar a la
biodiversidad de la comunidad vegetal mediante un aumento de las relaciones
competitivas, a los ciclos de materia y energía mediante cambios en la
productividad y formación y acumulación de detritos, a las comunidades de
macrofauna de invertebrados por la modificación del hábitat y del alimento
disponible y, por lo tanto, podría alterar la composición y estructura de la red
trófica
En el capítulo 3, analizamos las consecuencias del incremento de
temperatura sobre la composición de la comunidad vegetal, la comunidad
edáfica que depende de ésta, y las variables abióticas que determinan su
distribución la zona alta de la marisma mediante. Para ello, llevamos a cabo un
experimento de manipulación pasiva de la temperatura sobre dos de los tiposde vegetación más comunes en estas zonas. Uno de ellos está dominado por
vegetación nativa y la otra vegetación estudiada está dominada por la especie
exótica invasora, Spartina patens. El tratamiento provocó un incremento de la
temperatura del suelo de la vegetación autóctona, mientras que la temperatura
del suelo de la vegetación dominada por Spartina patens apenas varió. Los
valores de diversidad se incrementaron en la vegetación autóctona debido al
incremento de biomasa de especies invasoras C4, a pesar de que las especies
nativas se vieron afectas de forma negativa debido a un incremento de la
salinidad. En la vegetación dominada por S. patens observamos un incremento
de la biomasa y también se incrementó la longitud máxima de la comunidad
vegetal debido a un efecto de competencia por la luz. La mesofauna fue menos
sensible al tratamiento de la temperatura, ya que solo dos taxones de 22
estudiados mostraron un cambio en su abundancia relacionado con el
tratamiento de la temperatura. Nuestros resultados sugieren que a esta latitud,
las plantas C4 incrementarán su biomasa y contribución a la comunidad vegetal
en respuesta al calentamiento global, lo que se producirá un aumento en la
intensidad de las interacciones competitivas con las especies autóctonas. Este
fenómeno podría provocar grandes cambios en la composición específica de la
comunidad a largo plazo que terminarán afectando en última instancia a las
comunidades edáficas. Por otra parte, nuestros resultados sugieren que
Spartina patens podría generar refugios microclimáticos donde podrían persistir
plantas o animales más sensibles a la temperatura, aunque los valores de
diversidad en esta vegetación son bajos y la competencia por la luz será
elevada. Este capítulo demuestra los efectos perjudiciales del calentamiento
global sobre las marismas de latitud templada, aunque para tener una respuesta
completa de estas comunidades frente al cambio climático se requiere realizar
investigaciones a largo plazo que incluyan otros componentes del cambio
global.
En el capítulo 4 analizamos la respuesta de los procesos de la
degradación de la materia orgánica del suelo en la parte alta de la marisma.
Para ello, llevamos a cabo un experimento de manipulación pasiva de la
temperatura sobre dos de los tipos de vegetación más comunes en este
ecosistema, en el que hemos medido los cambios en la respiración del suelo, la
materia orgánica y los nutrientes disponibles en el suelo. Uno de ellos está
dominado por vegetación nativa y la otra vegetación estudiada está dominada
por la especie exótica invasora, Spartina patens. El tratamiento provocó un
incremento de la temperatura del suelo, de la respiración del suelo y de los nutrientes disponibles en el suelo en la vegetación nativa, mientras que la
biomasa aérea de la comunidad vegetal y la materia orgánica del suelo varió. En
la vegetación dominada por Spartina patens la temperatura y la respiración del
suelo no ha variado, la biomasa de la comunidad vegetal se ha incrementado y
los nutrientes disponibles en el suelo han disminuido. Los resultados muestran
que las zonas dominadas por vegetación autóctona podrían liberar grandes
cantidades carbono orgánico capturado en el suelo en caso de un incremento
de la temperaturas provocado por el cambio global, mientras que las zonas
dominadas por Spartina podrían incrementar su capacidad de capturar C
atmosférico. Debido a que los suelos dominados por vegetación nativa tienen
mayor contenido en carbono orgánico que los dominados por Spartina, creemos
que la emisión de C podría aumentar en los próximos años, lo que produce una
retroalimentación positiva con el calentamiento global y a largo plazo puede
comprometer la viabilidad de estos ecosistemas.